LA REVOLUCIÓN VERDE
Los supercultivos de la nueva agricultura moderna
Banco de semillas de trigo de la Universidad de Kansas
Los orígenes de la llamada Revolución verde hay que buscarlos en la década de los 60, la agricultura y los alimentos son considerados la solución ideal para paliar el hambre en el mundo. Se refiere basicamente a la optención de variedades agrícolas muy productivas, utilizando tecnologías de alto coste.
No necesariamente utilizan nuevas tierras de cultivo, se trata de incrementar el rendimiento por superficie, obteniendo más producción por cada hectárea cultivada, con la aplicación de fertilizante y pesticidas químicos, productos herbicidas e innovadoras técnicas de riego en las zonas de cultivo.
Esta Revolución verde depende de las costumbres y patrones culturales, económicos e incluso políticos, de los pueblos, que marcarán quien se benefician de estos incrementos de producción.
CONSECUENCIAS
Los agricultores y profesionales del cultivo necesitarán cada vez más fertilizantes y plaguicidas, para conseguir resultados similares, porque la dependencia de los abonos químicos yo ayuda al mantenimiento de la fertiliad natural del suelo.
Los productos plaguicidas crearán plagas cada vez más resistentes.
Incremento del la energía necesaria para desarrollar este tipo de agricultura y daño cada vez mayor al medio ambiente, ya que para mover la maquinaría agrícola, la fabricación de fertilizantes y pesticidas, distribución de alimentos, se precisa combustible.
VENTAJAS
Los beneficios son muchos, pero las más importante es que ha salvado la vida a muchas personas, que sin estas nuevas técnicas no hubieran sobrevivido.
¿HAY UN FINAL DE CICLO?
Una opinión cada vez más estendida, es que la Revolución Verde, de la forma en que la hemos ido conociendo, está llegando al final de un ciclo.
Las razones que justifican esta afirmación es que no es posible ampliar más la superficie cultivada (no hay agua suficiente, entre otras razones) y las variedades de cultivo que han sustentado esta Revolución, se encuentran ya al límite de su productividad.
El esfuerzo que hemos de hacer es incrementar la productividad por medios diferentes, además de preservar la viabilidad de los ecosistemas, y la protección al medio ambiente.
OBJETIVOS DE LA NUEVA REVOLUCIÓN VERDE
Entre las metas de la agricultura del siglo XXI, está el desarrollo de nuevas técnicas de cultivo, eficiencia en el uso del agua, generación de plantaciones resistentes a la sequía, plagas, salinidad y menos dependientes de los productos agroquímicos.
Sería muy importante desarrollar plantas que pudiesen crecer en suelos ácidos y con metales, así como aminorar las pérdidas pos-cosecha, e incrementar la calidad del producto, tanto fresco, como precesado.
Las prácticas agrícolas deben ser menos dañinas y agresivas y con un eficiente aprovechamiento del agua
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